El
Proyecto de ley de Reforma Estatutaria a la Educación en Colombia entra en un alto en el camino, en consecuencia de una ponencia radicada en el trámite legislativo
de las fuerzas políticas de oposición en el congreso y la bancada del gobierno
en la parte final del proceso de elaboración de la ley, al final en su último debate las ponencias del proyecto no fue posible, situación
contraria el consenso se dio para el
hundimiento de la iniciativa de ley.
La no
conformidad de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación - FECODE a la ponencia de la oposición de gobierno surtió
efecto en las carpas de la resistencia instaladas en el territorio nacional y los diálogos
con la Bancada del Pacto Histórico para que el tramite legislativo se quedará
corto en los tiempos de discusión de aquellas enmiendas que manifiesta el
gremio están en contra de los derechos de los docentes y directivos docentes.
Así las
cosas, el gobierno escucho las voces de los directivos y las bases de Fecode, e
inconforme con la ponencia de la oposición situación que dio lugar al
hundimiento del proyecto de ley generándose “Un Alto en el Camino” en el trámite
legislativo de Reforma Estatutaria a la Educación en Colombia.
Creo que es un muy mal precedente”, dice María Jimena Escandón,
especialista en Derecho Constitucional comparado y Ciencia Política del Centro
de Estudios y Constitucionales en España. “Pierde el país la posibilidad de
discutir y tener un marco estatutario para la educación, y todo, por las ya
frecuentes y comunes mezquindades de la política”, agrega, por su parte,
el analista político Gabriel Cifuentes.
El proyecto estaba agonizando. Este diagnóstico se hizo público cuando
la bancada de Gobierno optó por no seguir con el acuerdo logrado en la Comisión
Primera de Senado, que permitió que afines al Ejecutivo y contrarios apoyaran
la iniciativa. Todo un logro para un país que sufre una polarización día y
noche.
“Tenemos que escuchar
a nuestras bases”, explicó la senadora Pizarro. En el camino entonces se
presentó una situación inesperada. Se presentaron dos ponencias distintas y se
postergó su agendamiento.
De hecho, en ese
momento en la Comisión hubo aplausos y satisfacción entre los congresistas que
mostraban que, pese a las diferencias ideológicas, se podían acuerdos. Incluso
en sus declaraciones se usó el calificativo de “histórico”.
Fuente: El tiempo
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